5TA PARTE: COMPRENSIÓN LECTORA: Estrategias para mejorar la comprensión lectora


Osmel A. Rivas Contreras
Ig.: @osmelalbertorivas

Para que haya aprendizaje es necesario unir la comprensión y la memoria. No existe aprendizaje sin comprensión pero tampoco lo hay sin memorización. Por tanto, leer implica no sólo comprender el contenido de un texto, sino retener los aspectos más relevantes del mismo.

La mejor forma de controlar lo que se quiere memorizar y lo que se desea olvidar consiste en conocer los aspectos esenciales que permite desarrollar una buena memoria. Para ello, es necesario responder a la siguiente cuestión: ¿Por qué se olvida lo que se lee? Esto ocurre generalmente: a) no se hace significativo la información que se lee; b) no se tiene ningún interés en recordar; c) se ha perdido el hábito del aprendizaje consistente y sistemático; d) no saben diferenciar entre lo importante y lo secundario en un texto.

En la lectura hay dos aspectos que complementan a la comprensión: la retención de lo que se lee y su evocación; es decir, la capacidad de almacenar y recuperar lo leído. Para desarrollar estas habilidades, se requiere de ciertas técnicas que facilitan una retención más duradera y recordar la mayor cantidad de información posible.


La retención

La retención es el proceso por el cual se relaciona la información que entra en la memoria con el modo de almacenarla. Para que se retenga una información, este debe tener las siguientes cualidades:


El significado

Se retiene con mayor facilidad aquello que tiene cierta relevancia e interés personal y profesional para la persona.


La organización

La información organizada, con cierta lógica y estructura, se retiene mejor que aquello que no lo está.


Las asociaciones

Ocurre cuando se vincula una información con otra cuyos contenidos tiene algún tipo de rasgo común o se relacionan entre sí, de forma directa o indirecta. No se hacen de modo aislado, sino que forman grupos unidos por algún rasgo en particular, formando un bloque más o menos compacto. De ahí que, cuando uno se acuerda de una cosa, es fácil recordar el resto que lo acompañan. También se refleja en la relación entre la información que se lee y los conocimientos previos que se posee.


Visualizaciones

Es muy utilizado para retener conceptos abstractos. Las ilustraciones o ejemplos contribuyen a transformar en imágenes dichos conceptos, lo que facilita no sólo a comprender lo que se lee, sino la retención del mismo. Junto con esta técnica se puede utilizar la asociación para una mejor retención de los contenidos de un texto.


Atención

La atención y la concentración van unidas. Cuando se lee sin concentración y a un nivel mínimo de atención la lectura se vuelve vacía y se convierte al mismo tiempo en una experiencia negativa.


La retroalimentación

Cuando se lee, se recomienda volver un poco hacia atrás para recordar lo leído y ver cómo se relaciona con lo que se está leyendo en ese momento.


La repetición

Supone recitar en voz alta lo que se quiere recordar. Este ejercicio de auto audición facilita la comunicación oral de la persona con otros compañeros. Se trata de verbalizar los pensamientos con el fin de facilitar su retención y comunicación.


La discusión 

Nada queda mejor grabado en la mente que aquello que ha sido comentado y discutido con otras personas. Se comprende y se retiene mejor cuando los datos se discuten con los demás.


Toma de notas 

Tomar notas de lo que se lee refuerza la retención. Además, hace que la lectura sea mucho más activa. Puede hacerse tanto en el mismo margen del libro como en hojas apartes.


Uso de la información

La información que no se usa va perdiendo intensidad hasta que desaparece. De ahí que, aquello que se lee debe dársele, de forma más o menos inmediata, algún tipo de uso.


Autocomprensión y recitación 

Las ideas esenciales deben recitarse, ya que de este modo se comprueba si el contenido del texto ha sido comprendido, y ayuda a retener mejor la información.


Evocación

Wainwright, señaló en una oportunidad: 

“No importa lo bien organizada y almacenada que esté la información si cuando la necesitamos no somos capaces de recordarlas.” 

A continuación mencionaremos algunas técnicas utilizadas para facilitar la evocación de la información leída y retenida.


Formulación de preguntas

Esto, como se ha dicho, facilita la identificación de las ideas principales, secundarias y demás detalles que aparecen en el texto, así como recordar la información leída. Cuantas más preguntas nos hacemos, más fácilmente recordaremos. 


Uso de las técnicas de memorización 

Puede recurrirse a acrónimos, rimas, técnicas de asociación, etc., no sólo para retener la información sino para evocarla.


Utilización de resúmenes

Escribirlos refuerza la retención y ayuda a la transferencia de la información a la memoria a largo plazo, que es la base del conocimiento efectivo.


Utilización de esquemas

El uso de esquemas, mapas conceptualizaciones, diagramas, etc., ayudan a la comprensión y es un buen recurso para retener y facilitar el recuerdo, puesto que añaden el uso de la memoria visual.


El uso de clasificaciones 

Ayuda a que la información sea más significativa. Clasificar implica etiquetar, categorizar y ordenar. Es de gran utilidad cuando los autores no expresan de forma explícita la estructura de un texto.


Uso de técnicas lectoras apropiadas

La retención y la evocación se facilitan si el lector ajusta su ritmo de lectura al objetivo que se propone.


*Si desean acceder a la versión audiovisual del presente artículo, podrán hacerlo a través del siguiente link.



Referencias 

OCEANO. (s.f.) Máster Biblioteca Práctica de Comunicación: Lectura y Memorización. (t.III). Madrid, España.


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