Genios de la Antigüedad. Sócrates




By Osmel Rivas 
Instagram: @osmelalbertorivas

Grecia es considerada para algunos la cuna de la civilización occidental. Un vasto territorio donde en un pasado remoto, un número considerable de ciudades-estados comenzaron a prosperar gracias, entre otras razones, al comercio y a los conflictos bélicos, muchos de los cuales se desarrollaban entre ellos mismos.

El hombre, en sus últimas etapas evolutivas, comenzó a mostrar signos significativos que lo diferenciaba de otras especies; tres rasgos en su conjunto son los más notables: la inteligencia, la conciencia y la reflexión, definiéndose está última como la capacidad de pensar detenidamente en algo con la finalidad de sacar conclusiones.

En pocas palabras, el hombre tiene la facultad no sólo de resolver problemas y mejorar su calidad de vida, sino de estar consciente de su existencia, así como de adquirir conocimientos y reflexionar sobre la validez de los mismos. 

En ese sentido, desde tiempos inmemoriales, el hombre ha tratado de conseguir respuestas a las interrogantes que surgían producto de su interacción con el mundo exterior. 

Al principio recurría a la mitología, señalando, entre otras cosas, que la mayoría de los fenómenos naturales, que hoy tienen explicación científica, eran el resultado de la bondad o el castigo de los dioses. Con esto vino el desarrollo de una serie de ritos y sistemas religiosos que permitían garantizar la benevolencia y evitar la furia de Aquellos. 

Sin embargo, un grupo reducido de personas comenzaron a cuestionar estos sistemas de creencias y buscar explicaciones más lógicas y racionales acerca del porqué ocurrían ciertos fenómenos naturales, así como ciertas tendencias del comportamiento humano, muchos de los cuales eran positivos para vivir en comunidad. Y es en Grecia casualmente donde se tiene registro de estos primeros intentos. 

En esta saga de tres capítulos, la cual lleva por título Genios de la Antigüedad, daremos un resumen detallado acerca de la vida y obra de tres filósofos: Sócrates, Platón y Aristóteles. En este artículo, hablaremos de Sócrates. 



Considerado como el padre de la filosofía política y de la ética, su mayor contribución fue su modo dialéctico de indagar, conocido comúnmente como método socrático o mayeutica, que consistía -asumiendo una postura de ignorancia- en formular una serie de planteamientos y preguntas a través de los cuales hacia que su interlocutor o entrevistado, cuestionara la validez de sus propias afirmaciones, sobre todo en temas tan controvertidos como el bien y la justicia.

Se dice que este método comenzó a implementarlo con la intención de desmentir al oráculo de Delfo, quien había afirmado, -después que su mejor amigo Querefonte le preguntara si había alguien más sabio que Sócrates-, "...Qué no había ningún griego más sabio que él."

Después de este suceso, Sócrates comenzó a buscar a alguien más sabio que él entre los personajes más reconocidos de su época, pero se dio cuenta que en realidad creían saber más de lo que realmente sabían.

Filósofos, poetas y artistas, todos creían tener una gran sabiduría, en cambio Sócrates era consciente tanto de la ignorancia que le rodeaba como de la suya propia.

Creía en la superioridad de la discusión sobre la escritura y, por tanto, pasó la mayor parte de su vida de adulto en los mercados y las plazas públicas de Atenas, iniciando diálogos y discusiones con todo aquel que quisiera escucharle, a quienes solía responder mediante preguntas. 



Durante su infancia recibió una educación tradicional: literatura, música y gimnasia. Más tarde se familiarizó con la dialéctica y la retórica de los sofistas. Tuvo por maestro al filósofo Arquelao, quien lo introdujo en las reflexiones sobre la física y la moral.



Durante la guerra del Peloponeso, sirvió como hoplita, con gran valor, en las batallas de Potidea en el 432 a.C., Delio en el 424 a.C. y Anfipolis en el 422 a.C. 

Fue obediente con las leyes de Atenas, incluso con aquellas que eran a su criterio injustas; afirmaba que aún cuando una ley fuera injusta, debía cumplirse. La mejor forma de luchar contra una ley injusta no consistía en desobedecerla sino en luchar para que se reformara. 

Después de su servicio militar, creyó que podía servir mejor a su país dedicándose a la filosofía. 



La base de sus enseñanzas y la que inculcó fue la creencia en una compresión objetiva de los conceptos de justicia, amor y virtud, así como el conocimiento de uno mismo. 

Sócrates describió el alma (psique) como aquello en virtud de la cual se nos califica de sabios o de locos, buenos o malos, una combinación de inteligencia y carácter. 

Creía que todo vicio era el resultado de la ignorancia y que ninguna persona desea el mal. A su vez, la virtud es conocimiento y aquellos que conocen el bien actuarán de manera justa. 

Su lógica hizo hincapié en la discusión racional y la búsqueda de definiciones generales. En este sentido, influyó en su discípulo Platón, y a través de él, en Aristóteles.

La sabiduría de Sócrates no consistía en la simple acumulación de conocimientos sino en revisar los conocimientos que se tienen y a partir de ahí, construir conocimientos más sólidos. 

El poder de su oratoria y su facultad de expresión pública eran su fuerte para conseguir la atención de las personas. 

Se argumenta que Sócrates creía que "los ideales pertenecen a un mundo que sólo el hombre puede entender" haciendo del filósofo el único capaz para gobernar a otros. De acuerdo con la República de Platón, Sócrates se oponía abiertamente a  la democracia que dirigía Atenas durante su vida adulta, toda vez que los ciudadanos que la gobernaban eran elegidos por medio de la suerte sin tomar en consideración sus aptitudes para desempeñar dichos cargos. 

Sócrates no escribió ninguna obra puesto que creia que cada quien debía desarrollar sus propias ideas. Conocemos en parte sus ideas gracias a los testimonios de sus discípulos: Platón, Jenofonte, Aristipo y Antístenes entre otros. 

Tampoco fundó una escuela de pensamiento. Todo lo que se conoce con certeza sobre sus enseñanzas proviene principalmente de las obras de Platón, que atribuyó muchas de sus propias ideas a su maestro, describiendo a Sócrates como un hombre que procuraba esconderse detrás de una postura de ignorancia, con mucho ingenio y agudeza mental. 



Aunque la primera parte de su vida fue un patriota y un hombre de profunda convicciones religiosas, sufrió sin embargo la desconfianza de muchos de sus contemporáneos, a lo que les disgustaba su nueva postura frente al Estado Ateniense y la religión establecida. En este sentido, especialmente en lo que concierne a la metafísica, planteaba "una existencia etérica sin el consentimiento de ningun Dios...".

Fue acusado en el 399 a.C. de introducir nuevos dioses y corromper la moral de la juventud, alejándola de los principios de la democracia. 

En la Apología de Platón se recoge lo esencial de la defensa de Sócrates en su propio juicio, una valiente reivindicación de toda su vida como ciudadano y filósofo. Después de la primera deliberación, la Asamblea de Ciudadanos lo condena a muerte aunque la sentencia logró una escasa mayoría. De acuerdo con la práctica legal, Sócrates hizo una réplica, bastante irónica, a dicha sentencia, proponiendo pagar tan sólo una pequeña multa dado el escaso valor que tenía para el Estado un hombre dotado de una misión filosófica. Incluso llegó a sugerir, de forma jocosa, que lo condenaran "a comer diariamente en los banquetes comunales", en alusión a lo deplorables que eran. Ambos argumentos enfadaron tanto al Jurado, que éste volvió a votar a favor de la pena de muerte, está vez por una amplia mayoría.

Los amigos de Sócrates propusieron pagar una fianza e incluso planearon su huida de la prisión, pero prefirió acatar la ley y murió por ello mediante envenenamiento por cicuta, método empleado habitualmente por los griegos para ejecutar sentencias de muerte.



Una de las cosas que debemos rescatar de la vida y obra de Sócrates fue, sin lugar a dudas, su método novedoso de indagar la verdad de las cosas, por medio de la sana dialéctica, así como su humildad y su libertad de conciencia, la cual defendió aún cuando la muerte se le acercaba. Por tanto, Sócrates siempre tendrá un espacio predilecto en mis memorias y un ejemplo a seguir. 

Puedes ver la versión audiovisual del presente artículo en el siguiente link



REFERENCIAS 


.- National Geographic. Historia. (2020) Sócrates, el maestro de Grecia. Autor: José Solana Dueso.

.- Biografías y Vidas (s.f) Biografía de Sócrates.  

.- Enciclopedia Humanidades (s.f) Sócrates.

.- Alejandra de Argos (2020) Sócrates. Biografía y Pensamiento. Autora: Kilian Lavernia.






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